En Malí, la producción ganadera es uno de los sectores clave de la economía, practicado por más del 85% de la población. El rebaño nacional se estima en 10 622 620 bovinos, 36 230 565 pequeños rumiantes, 538 545 equinos, 979 510 asnos, 1 008 440 camélidos y 37 691 913 aves de corral [1]. En materia de ingresos provenientes de la exportación, la producción ganadera ocupa la tercera posición después del oro y el algodón.

El pastoreo se basa en la movilidad permanente o estacional del rebaño y está destinado a garantizar la alimentación de los animales mediante una explotación itinerante de los recursos naturales. Durante este movimiento vital, los ganaderos trashumantes se enfrentan a numerosas exigencias que ponen en peligro la perdurabilidad de esta actividad.

Frente a esta situación, Malí, Burkina Faso, Chad, Mauritania, Níger y Senegal implementaron en octubre de 2015, el Proyecto Regional de Apoyo al Pastoralismo en el Sahel (PRAPS) con la ambición de respaldar este sistema de producción, reforzar la resiliencia de los pastores y garantizar la sostenibilidad de las acciones. La puesta en marcha del proyecto, financiado por los gobiernos de los países anfitriones y el Banco Mundial, está a cargo de unidades de coordinación de proyecto (UCP) bajo la supervisión regional del Comité Interestatal Permanente de Lucha contra la Sequía en el Sahel (CILSS).

El PRAPS se articula en torno a cuatro componentes técnicos cuyas iniciativas integradas y combinadas apuntan a mejorar la sanidad animal, la gestión de los recursos naturales, la facilitación del acceso a los mercados y la gestión de las crisis en el sector del pastoreo.

La aplicación del componente regional «Sanidad Animal» del PRAPS está a cargo de la Representación Regional de la OIE en Bamako.

Los resultados del PRAPS-Malí

En Malí, el PRAPS depende del ministerio de ganadería y pesca e interviene en 10 regiones, 39 círculos (grupos de varias comunas) y 220 comunas. Su objetivo es alcanzar los 440 000 beneficiarios, entre ellos 32 000 mujeres y jóvenes.

Desde su puesta en marcha en 2016, el PRAPS-Malí ha llevado a cabo una amplia gama de actividades, en particular:

• el refuerzo de las competencias de los participantes  sobre todo de los veterinarios titulares del mandato sanitario y de los jefes de los puestos de control veterinario de las regiones de Kayes, Koulikoro, Sikasso, Segou y Mopti – sobre el diagnóstico de las enfermedades animales prioritarias y las técnicas de toma de muestras;
• la realización de negociaciones sociales en todos los lugares de implantación e infraestructuras pastorales;
• la realización de estudios técnicos para la construcción/rehabilitación de instalaciones adecuadas y de infraestructuras pastorales, incluidos los servicios de sanidad animal;
• la compra de 23 vehículos para uso de las UCP/PRAPS y de sus colaboradores y la adquisición de 25 triciclos equipados con refrigeradores solares para el transporte de la carne y la recolecta y conservación de leche cruda (en términos de seguridad sanitaria de los alimentos, el acceso a productos refrigerados lleva ventajas muy significativas para las mujeres y los jóvenes);
• el respaldo a las campañas de vacunación (71 913 pastores y agropastores, incluidas 17 978 mujeres que participan en las actividades de vacunación en la zona de intervención del proyecto).

Entre los resultados logrados por el proyecto, cabe citar:

• el establecimiento de la situación de referencia («T0») de la perineumonía contagiosa bovina (prevalencia: 36,92%);
• el aumento de la cobertura vacunal para la peste de pequeños rumiantes, que ha pasado del 7% al 14%;
• la adjudicación provisoria de la realización de obras para las instalaciones de un perímetro pastoral en la región de Mopti;
• el inicio de las obras de rehabilitación/equipamiento de tres mercados ganaderos en las regiones de Tombuctú, Gao y Menaka;
• el inicio de las obras de construcción de diez depósitos de alimentos para el ganado en las zonas del Delta Central y del nordeste del Malí.

El principal desafío para 2018 es la realización de obras de construcción o rehabilitación de un gran número de instalaciones/infraestructuras pastorales, en particular parques de vacunación, edificios para dispensar servicios de salud animal, mercados ganaderos y zonas de sacrificio, pistas y refugios de las etapas pastorales y puntos de distribución de agua.

http://dx.doi.org/10.20506/bull.2018.2.2876